domingo, 8 de junio de 2008

FRIENDSHIP

Hola! ha pasado más de un mes desde mi última publicación debido al trabajo no había podido escribir nada pero hoy no quiero hablar de eso, mi última entrada causó un fuerte impacto en una persona a quién yo quiero y estimo mucho, digamos que se rasgó las vestiduras porque no hablé de él, quiero aclarar que pude hacerlo, sí, porque coincidió que cuando yo tenía esa edad pues lo conocí pero en ese tiempo era un compañero más en la escuela. Pero antes de entrar en detalle y para limar asperezas permítanme comenzar por el título de esta entrada, está en inglés porque me pareció lo apropiado en este momento porque voy a hablar de mi mejor amigo, que digo amigo, es mi carnal, mi hermano del alma.

Su nombre es Mauricio, no creo que tenga nada de raro hablar de un hombre porque de lo que voy a hablar no es del hombre sino del vínculo y la historia que nos une que es la amistad, esta palabra en español es muy amplia, es por esto que usar la versión en inglés me permite definir mejor lo que es la amistad para mi. Esto no es una definición formal, simplemente son ideas mías, el término "Friendship" se puede dividir en dos palabras "Friend = amigo" y "ship = barco" y esto me lleva a decirles que la amistad es embarcarte en una aventura con un amigo, uno nunca sabe cuanto va a durar esa aventura o si la terminarán juntos, el reto es aventurarse.

Esto es un breve resumen de lo que hemos hecho los dos a lo largo de 15 años aproximadamente de amistad y hermandad, esta aventura no la empezamos solos, hubo muchos amigos que se han quedado en distintos puertos y han decidido zarpar en otros barcos y con otras rutas. Afortunadamente, las nuestras han coincidido y aunque no siempre hemos navegado por el mismo mar y en el mismo barco seguimos enfocados en la misma aventura.

Si mi memoria no me falla, yo lo conocí en el segundo año de la secundaria en el H. Colegio Columbia, era uno de los chicos nuevos y al principio se me hizo medio pesado y arrogante, fresa y presumido (nada más alejado de la realidad). Finalmente es una escuela relativamente pequeña y nuestros caminos se cruzaron, a veces fuimos compañeros de grupo y un año fui relegado a un grupo diferente por cuestión del destino. Pero en el último año de prepa (creo que el mejor) terminamos en la misma área, F.M. (no de frecuencia modulada sino de Físicos-Matemáticos) él era el ñoño que le gustaban más esos rollos, yo simplemente cumplí con los requisitos para entrar en LaSalle.

Estudiamos juntos apenas dos semanas en LaSalle, él dejó esa universidad para probar suerte en el TEC mientras que yo terminé el primer semestre de Diseño con más pena que gloria y por azares del destino terminó invitándome a formar parte de un grupo de teatro y además él y su familia me dieron asilo aproximadamente por 1 año en su casa, misma que se convirtió en mi casa y su familia en mi familia. Compartimos grandes momentos creo que fue allí donde fortalecimos la amistad, por ese tiempo él conoció a Fabiola, ahora es su esposa, deciden casarse (sin invitar a nadie, en la clandestinidad, impuros, jajajaja) y unos meses más tarde tuvieron al primero de sus hijos, el buen Leo, de quién soy un orgulloso tío que a veces sirvió de tutor, amigo, niñero, compañero de juegos y travesuras. Ahora solo falta que el tiempo y la distancia me permita jugar un papel similar con su segundo hijo, el pequeño Babastían, digo Diego.

Regresando un poco y mientras él comenzaba su vida como hombre casado y responsable, yo entraba a la UNAM y continuaba estudiando mi carrera, jugaba con mi novia de ese entonces a las abejitas (quién lo entendió lo entendió, chiste local), después me botó (así es la vida) y en la universidad conocí a mi actual novia (madre de mi hijo Andrés) y futura señora de Acevedo (confio en que aceptará) y fue allí, precisamente allí donde nos subimos a distintos barcos que nos alejaron. En una historia donde se hable de barcos, aventuras y  mares no puede faltar alguien que lea la buena fortuna y ésta no es la excepción, por cosas de la vida yo conocí a este amigo que nos auguró una amistad longeva y que nos dejaríamos de ver solo por motivos familiares (es decir que cada quién formara su propia familia). Es más los augurios profetizan que nuestra amistad se unirá más ya que alguno de nuestros hijos se unirán amorosamente, desafortunadamente ninguno de los dos hemos tenidos hijas para que probemos si son verdaderos estos augurios.

Al día de hoy puedo decir que más que orgulloso me siento honrado al poder decir que cuento con él como amigo, ahora navegamos en barcos distantes y distintos pero creo que lo hacemos por los mismos mares, los mares de la amistad.